Libertad Religiosa - Noticias de 2008

Los nuevos desafíos de la libertad religiosa, según Mons. Mamberti

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El secretario de Estado para las Relaciones de la Santa Sede con los Estados, monseñor Dominique Mamberti, explicó que la defensa de la dignidad humana implica en estos momentos defender la libertad religiosa. Ilustrando la posición de la Iglesia, explicó que «el respeto del derecho a la libertad religiosa constituye el fundamento del respeto de cualquier otro derecho, pues cuando la libertad religiosa está en peligro, todos los demás derechos vacilan». Añadió que la libertad religiosa, «derecho que no puede suprimirse», tiene «una dimensión privada, pública e institucional».

“Para promover esta dignidad de manera integral hay que combatir con eficacia tanto la así llamada cristianofobia, como la islamofobia y el antisemitismo”. Según el prelado, la «cristianofobia» «es un conjunto de comportamientos que se derivan de la falta de educación o de la mala información, de la intolerancia y de la persecución».

El “ministro de relaciones exteriores del Papa” llegó a esta conclusión en la conferencia dedicada al tema “La protección del derecho a la libertad religiosa en la acción actual de la Santa Sede ”, que tuvo lugar el 10 de enero en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz en Roma. “Más allá de los términos, lo que se quiere decir sobre todo es que la discriminación y la intolerancia hacia los creyentes representan problemas de especial importancia humanos, políticos y sociales. Estas discriminaciones deben ser afrontadas con determinación si se quiere poner remedio a cada una”.

Para el representante vaticano, quien recordó que en el año pasado fueron asesinados 21 misioneros, la libertad religiosa es un derecho que no puede suprimirse y tiene una dimensión privada, pública e institucional. Monseñor Mamberti subrayó además que «la libertad religiosa no es sólo uno de los derechos humanos fundamentales, sino que es el derecho preeminente, pues como recordaba Juan Pablo II su defensa constituye el test para verificar el respeto de todos los demás derechos».

“Para la Santa Sede este derecho a la libertad religiosa no es sólo uno de los fundamentales derechos humanos, sino que tiene preeminencia sobre los demás. Su defensa es el test que permite verificar el respeto de todos los demás”.